Busca mejorar la vida de las personas

Un árbol baniano se caracteriza porque sus raíces crecen en todas direcciones, tal como los seres humanos, que nos extendemos y con cada raíz nueva viene un aprendizaje y una oportunidad de crecer, afirmó Verónica Saldaña, especialista en mindfulness.

Egresada de la licenciatura en Psicopedagogía y la Maestría en Humanidades, ambas de la Universidad de Monterrey, Saldaña es fundadora de “Centro Baniano”, centro psicopedagógico que promueve el bienestar emocional a través de talleres y charlas.

“Brindamos talleres de mindfulness para adultos y charlas para empresas, talleres de inteligencia emocional y creatividad a través del arte para niños, próximamente probaremos con musicoterapia”, dijo la experta.

A raíz de que fue diagnosticada con trastorno de ansiedad, Verónica inició un tratamiento terapéutico, pero a la par encontró un refugio en el arte, la música y descubrió el mindfulness, elemento crucial en su recuperación.

“Primero viví la herramienta y los cambios que tenía en mí y, posteriormente, investigué más sobre ella. Tomé varios cursos y después decidí formarme para ser facilitadora, la preparación duró casi un año y lo hice en el Instituto Mexicano de Mindfulness”, detalló Saldaña.

En sus años como alumna también fundó la asociación estudiantil “Con Amor”, en la que utilizaba el arte como herramienta para atender emocionalmente a niños que se encontraban en situaciones vulnerables como en casas hogares y comunidades marginadas.

“Fue un proyecto que duró 3 años, estar ahí reforzó mi inquietud por atender las necesidades emocionales y utilizar las artes y otras herramientas para lograrlo”.

La experta también comparte que una buena salud emocional trae cambios positivos a la vida de las personas, por ello se considera una “apasionada por el desarrollo emocional” y busca compartir lo que ha aprendido.

“El aprendizaje no sirve de nada si no lo compartes y creo firmemente que apoyarnos los unos a otros es la única manera de crecer en lo individual, pero sobre todo como comunidad”, agregó Verónica.

“Trabajar con personas es cansado, pero ofrece una satisfacción enorme porque eres capaz de ver al otro y verte en el otro. Es ahí donde comprendes la verdadera belleza de un ser humano”, finalizó la psicopedagoga.