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Impulsan crecimiento urbano equitativo a través de desarrollos verticales

14 Jul.2025
Author: UDEM
Credits: Archivo UDEM
  • Tres estudiantes de la Universidad de Monterrey desarrollaron la propuesta Redensificación estratégica: Metodología para el desarrollo de vivienda vertical de baja densidad en edificaciones subutilizadas, para graduarse de la carrera de Arquitectura 

La vivienda vertical de baja densidad ofrece una solución innovadora para la problemática de densidad poblacional, especialmente en zonas urbanas consolidadas. Este tipo de desarrollo busca maximizar el espacio sin comprometer la calidad de vida de los habitantes, promoviendo un crecimiento equitativo y sostenible.

Un proyecto enfocado en aprovechar construcciones que dejaron de usarse o los utilizan muy pocas personas para convertirlos en estructuras verticales pequeñas con pocos vecinos fue presentado por estudiantes de la Universidad de Monterrey.

Luis Flores Villela, Luisa Fernanda Flores Gómez y Marcelo Gutiérrez Guevara elaboraron el proyecto titulado Redensificación estratégica: Metodología para el desarrollo de vivienda vertical de baja densidad en edificaciones subutilizadas, con el que se busca revitalizar el centro de Monterrey, conciliando la necesidad de más viviendas con el bienestar de los vecinos originales.

La propuesta destaca la importancia de implementar una metodología que equilibre la construcción de nuevas torres residenciales con el tejido barrial tradicional, promoviendo así la cohesión comunitaria.

Es vital considerar la opinión y el bienestar de los vecinos originales en cualquier propuesta de transformación urbana”, afirmó el equipo estudiantil en el proyecto, donde subrayaron su compromiso con un desarrollo inclusivo.

Este proyecto fue elaborado como Proyecto de Evaluación Final para graduarse de la carrera de Arquitectura en la UDEM, bajo la asesoría del profesor Manuel Alejandro Muñiz Pinzón, en el semestre de Otoño 2024.

Con esta metodología, el enfoque está en reactivar edificaciones subutilizadas, proporcionando un entorno habitable y armónico para los residentes tradicionales.

La profesora Marta Mariscal López, directora del Departamento de Arquitectura de la UDEM, explicó que es a través del Proyecto de Evaluación Final que las y los alumnos de esta casa de estudios pueden concentrar toda la formación humanista que han recibido a lo largo de su educación universitaria, ya que con ella tienen la capacidad de detectar problemáticas y aportar soluciones innovadoras siempre regidas por conciencia espacial, social, y de ciudad.

“Para los alumnos de la Escuela de Arquitectura de la UDEM, el Proyecto de Evaluación Final se convierte no solo en un trabajo de fin de carrera, sino en una tarjeta de presentación para el inicio de su vida profesional”, apuntó.

“Nuestro programa académico se compone de varias esferas: una esfera de creatividad y de diseño, otra esfera de formación técnica y, finalmente, una de teoría e historia; todo ello basado en el enfoque humanista que caracteriza a la UDEM”, estableció.

UNA SOLUCIÓN EQUILIBRADA PARA EL CENTRO DE MONTERREY

Luis Flores Villela explicó que el proyecto busca una manera diferente de abordar el problema de la densidad poblacional en el centro de Monterrey. Señaló que, a diferencia de las grandes torres departamentales, su propuesta ofrece una escala intermedia que beneficia a la comunidad existente.

Flores Villela indicó que el proyecto no busca construcciones de escala tan alta, sino una intermedia entre las torres gigantescas y la escala de barrio. Esta aproximación permite aumentar el número de viviendas sin forzar a los propietarios a ceder completamente sus propiedades, lo que les permite permanecer en el lugar.

“Hay poca gente en el centro de Monterrey: el desarrollo inmobiliario tiene la solución de tener esta torre departamental de una escala altísima; lo que viene haciendo el proyecto es justamente no tener una escala tan alta dentro de las edificaciones propuestas para poder atender a esa necesidad, sino tener una escala intermedia entre estas torres departamentales gigantescas y la escala a nivel barrio”, explicó Flores Villela.

El alumno mencionó que su proyecto se aplicó a una manzana que originalmente tenía 31 viviendas y que, al final de la intervención, alcanzaría las 90. Esto representa un aumento significativo de la densidad sin una invasión masiva del espacio.

Flores Villela añadió que el proyecto también consideró al futuro habitante de estos departamentos. A diferencia de otros desarrollos que ofrecen viviendas exclusivas, la propuesta busca crear un espacio más accesible para todo tipo de personas y no solo para un grupo selecto.

Detalló que el proyecto contempla dos tipos de intervenciones, una para propietarios que residen en la propiedad y otra para dueños que no viven allí. Para propiedades sin valor histórico y sin capacidad de soportar un piso extra, se propone retirar la edificación y construir una nueva, sin exceder los 10 metros de altura.

Flores Villela también explicó que para las propiedades habitadas con posibilidad de añadir un piso extra, se diseñó un acceso trasero. Esto permite que el propietario original continúe viviendo abajo, mientras que la parte superior puede ser arrendada, generando ingresos. Además, el proyecto incluyó el diseño de un flujo interior en la manzana para facilitar el acceso.

El equipo se enfocó en mantener una materialidad ligera y fácil de instalar, que fuera económica y permitiera una rápida construcción. Compararon los precios de las viviendas propuestas con la oferta actual para asegurar su accesibilidad y viabilidad económica.

REDENSIFICACIÓN ESTRATÉGICA Y VISIÓN DE FUTURO

Luis Flores Villela explicó que el concepto de densidad se refiere al número de viviendas, edificios o habitantes en una zona urbana, medida por viviendas por hectárea. La redensificación, añadió, es el aumento de densidad poblacional en una zona ya consolidada, como el centro de Monterrey.

El objetivo fue trabajar en el centro histórico de la ciudad, una zona ya consolidada, buscando el menor impacto negativo posible. El equipo realizó maquetación de alturas y trabajó en planos ejecutivos con instalaciones eléctricas, sanitarias e hidráulicas, abordando incluso la descarga sanitaria de las viviendas superiores.

“El proyecto era la manera de poderlo replicar y que no solo pudiera ser posible dentro de esa manzana”, afirmó Flores Villela. “Y está padre, porque en la zona del Barrio de la Luz no es la única que tienen ese tipo de características, toda la zona centro tiene estas cosas en común con nuestra manzana”.

Flores Villela indicó que su manzana de estudio, de aproximadamente una hectárea, pasaría de 31 viviendas a 90, lo que la convertiría en una zona de densidad media-alta, incluso alta. Proyectó que, si el modelo se aplicara a la mitad del Barrio de la Luz, podría ser la zona con mayor densidad poblacional en el centro.

Lo que buscaron fue un equilibrio y una alternativa entre la escala propuesta por el desarrollo inmobiliario actual y la escala existente. El proyecto también se enfocó en el aprovechamiento y la reutilización de las viviendas en una zona consolidada, con un beneficio para ambas partes: el desarrollador y el propietario.

“Lo que buscamos es el equilibrio y la alternativa de las escalas, o sea, de la escala propuesta por el desarrollo inmobiliario y la escala actual”, enfatizó Flores Villela. “Teniendo un beneficio por ambas partes, la parte de la persona que propone y la parte de la persona que cede”.

El objetivo fue involucrar a la comunidad para desarrollar la solución sin alterar el estilo de vida de los residentes, evitando la apropiación de terrenos que ocurre actualmente. Flores Villela concluyó que el proyecto busca alternativas a un problema común en el corazón de la ciudad, un centro histórico que debe ser visto con otros ojos, atendiendo sus problemas y preservándolo.

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