“Los jóvenes tienen que dejar de ser estudiantes pasivos”: Jesús Amaya
Jesús Amaya Guerra, profesor de la Universidad de Monterrey, compartió en una conferencia virtual que, aunque la educación en tiempos de pandemia es difícil, los jóvenes tienen los recursos para adaptarse y sobresalir.
La nueva normalidad trajo consigo una importante modificación a la forma en la que los niños y jóvenes de todo el mundo reciben su educación, y, aunque la misión es no descuidar la calidad académica, lo cierto es que cumplir esta meta es extremadamente difícil.
Jesús Amaya Guerra, profesor de la Universidad de Monterrey, explicó en el webinar Escuela en casa: retos y oportunidades que el ambiente en el que los jóvenes conviven, así como su capacidad de autorregulación, son factores clave para su aprovechamiento escolar durante esta pandemia.
El autor de libros como Padres obedientes, hijos tiranos y Educando a la generación zombi señaló que ahora, debido al distanciamiento social, las personas están participando más en actividades que en exceso son perjudiciales, como el consumo de bebidas y jugar videojuegos, lo que dificulta la convivencia en familia y, en estudiantes, la concentración y el rendimiento.
“Papás, nuestros hijos también están viviendo una situación difícil, no solamente con este aislamiento y con la escuela en casa, sino que ahora están desarrollando problemas fuertes, porque ya no hay esas salidas que había antes, ya no ven a sus compañeros y amigos”, expresó.
Amaya Guerra agregó que los estudiantes ahora se sienten aislados, ansiosos, estresados y, además, están siendo saturados por las responsabilidades escolares, “por lo que, como papás, debemos estar alerta”, pues este ambiente no propicia el aprendizaje.
Tenemos que entrenar lo que es el desarrollo de una estabilidad emocional y mental, y, además, ayudar a los muchachos a poder lidiar con este estrés para que no afecte el rendimiento o desempeño académico. El elemento fundamental que tenemos que desarrollar en los muchachos, ahora que estamos hablando de escuela en casa, es la autorregulación”.
Agregó que, actualmente, los jóvenes están más propensos a tomar malas decisiones por la falta de estructura a la que están acostumbrados, como, por ejemplo, quedarse despierto hasta tarde aun sabiendo que tiene clase temprano, comer grandes cantidades de comida chatarra o no poner atención en sus lecciones.
Sin embargo, el experto señaló que los jóvenes también cargan con la responsabilidad de su propia enseñanza y que, para que su educación en tiempos de pandemia sea efectiva, tienen que dejar de ser estudiantes pasivos.
“El muchacho se ha acostumbrado a recibir y no a crear… se está acostumbrando a que el medio ambiente se tiene que adaptar a él, entonces es el ambiente el que tiene que ser motivante, interesante, divertido, para que nuestros hijos se puedan enganchar. Ellos ya no tienen esa disposición, sino que están en un estado pasivo”, recalcó el profesor.
El académico reiteró que aunque los padres sí tienen el deber de estar alerta de la salud física, mental y emocional de sus hijos, su rol no es ser maestros de ellos, sino que es responsabilidad de los mismos jóvenes aprovechar al máximo sus clases digitales, lo que pueden lograr con soluciones tan simples como tomar apuntes a mano o hacer preguntas al profesor.
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