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Logran alumnas UDEM lugar en foros de ciencia nacionales

10 Nov.2025
Autor: UDEM
Créditos: Archivo UDEM
  • Dos alumnas del programa académico de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de Monterrey obtuvieron su pase a la fase nacional en ExpoCiencias y la Feria Mexicana de Ciencias e Ingenierías (FEMECI), al proponer materiales sostenibles en la industria de la construcción  

Con proyectos enfocados en un aislante de cáscara de cacahuate así como en la reutilización de residuos de minería, dos alumnas de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la Universidad de Monterrey destacaron en foros de ciencias estatales, al obtener el primer y tercer lugar en ExpoCiencias y la Feria Mexicana de Ciencias e Ingenierías (FEMECI), logrando su pase a los certámenes nacionales.

Las alumnas galardonadas fueron Ana Fernanda Monroy Jaime y Rocío Cantú Leos, quienes cursan el quinto y el noveno semestre, respectivamente, del programa académico de Ingeniería Civil y Ambiental.

Las iniciativas de ambas alumnas fueron premiadas en la Cátedra Jorge L. Garza UDEM Inspira, en la misma categoría: CREA, pero la primera en 2024 y la segunda en 2022.

Ambas jóvenes trabajaron en sus investigaciones bajo la asesoría de Nerla Silva Uribe, profesora de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la UDEM. Los dos certámenes científicos se celebraron en las instalaciones de la UDEM, del 17 al 19 de septiembre pasado.

La profesora Nerla Silva Uribe explicó que ExpoCiencias y FEMECI son ferias promovidas a nivel nacional con varias etapas. Los eventos estatales sirvieron para seleccionar a los mejores diez proyectos que representarán a Nuevo León.

Silva Uribe detalló la diferencia esencial entre ambos foros. Mientras que la Feria Mexicana de Ciencias se centró más en la ciencia explicada y académica, ExpoCiencias valoró una aplicación mucho más práctica del método científico.

La asesora también compartió que estos concursos pueden abrir la puerta a una importante proyección internacional para las estudiantes. Si resultan favorecidas en el nacional, podrían representar a México junto con más de 45 países.

La académica hizo hincapié en el impacto social que buscaron ambos proyectos. El trabajo de Ana Fernanda, titulado Baal-Nah, partió de la necesidad de disminuir el calor en viviendas construidas con lámina.

En el caso del proyecto Ocatimex, de Rocío, la iniciativa surgió al observar los grandes volúmenes de residuos de hojas de árboles que se recogen en los parques y se desechan. La idea fue aprovechar esa materia orgánica.

INNOVACIONES ÚTILES A LA SOCIEDAD

Ana Fernanda Monroy describió a Baal-Nah como un termo-aislante con fibra de cáscara de cacahuate. El material combinó las ciencias ambientales y la ingeniería civil, exhibiendo propiedades excelentes para revestimientos térmicos en obras.

“El proyecto Baal-Nah, un termo-aislante a base de fibra de cáscara de cacahuate, busca integrar las ciencias ambientales y la ingeniería civil, el material presenta propiedades ideales para aplicaciones en obras civiles, como revestimientos térmicos”, sostuvo Monroy.

La alumna decidió enfocarse en ExpoCiencias este año debido a la posibilidad de aplicación industrial del aislante, buscando la transferencia tecnológica. Realizó cambios para mejorar la resistencia del material a la intemperie y al fuego.

“Una de las modificaciones que hice fue que fuera más resistente el material como tal a la intemperie y a la flama, es decir, hice algunas modificaciones en el diseño de mezcla para que fuera inflamable y también para que se pudiera usar como recubrimiento”, explicó Monroy.

Rocío Cantú Leos explicó que su proyecto Ocatimex ya llevaba varios años de desarrollo, adaptándolo a los requerimientos de la industria. Su meta era transformar residuos de construcción y minería, como la lutita y la marga, en material útil.

Entonces, lo que se está haciendo es transformar la materia prima, que es de los residuos de construcción y de minería, como viene siendo la lutita, la marga, todo ese residuo que muchas veces termina en áreas naturales protegidas aquí en el país”, detalló.

Cantú Leos describió el proceso metodológico, el cual comenzó con una caracterización geomecánica del residuo, analizando los límites de Atterberg, que son pruebas que definen el contenido de humedad en el que un suelo fino cambia de estado de consistencia, para clasificar el material como arcilla de baja plasticidad.

“Lo que se hace es que se sacan los límites de Atterberg, el límite líquido, etcétera, de mecánica de suelos para poder determinar el tipo de material con el que se está lidiando”, mencionó sobre la fase inicial de análisis.

La estudiante destacó la importancia de que la investigación no se quede sin aplicar. Hizo un llamado a adaptar las innovaciones para que sean útiles a la sociedad, promoviendo así la sostenibilidad en el sector de la construcción.

Etiquetas: Institucional

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