Celebran 5 décadas de amor a la vocación por las ciencias de la salud

- La primera generación de egresados de la carrera de Médico Cirujano y Partero en la Universidad de Monterrey se reunió en el actual campus de esta casa de estudios para celebrar el 50 aniversario de haberse graduado
La carrera de Médico Cirujano y Partero en la Universidad de Monterrey se fundó con enorme entusiasmo, operando inicialmente con recursos modestos y clases esencialmente magistrales. Hoy, a cinco décadas de su primera graduación, su legado se refleja en un programa acreditado con innovación pedagógica, fuerte vinculación hospitalaria y un entorno clínico-digital avanzado, poco imaginable en sus inicios.
Para celebrar el aniversario 50 de esa graduación, 33 exalumnas y exalumnos de ese primer grupo estudiantil se reunieron el pasado sábado 11 de octubre de 2025 en el campus de la UDEM.
En el evento estuvieron presentes el vicerrector de Desarrollo, Luis Iturralde Siller; la vicerrectora de Ciencias de la Salud, Lilia García Rodríguez; el decano de la Escuela de Medicina, Jorge Luis García Macías; el director de Relación con Exalumnos, Luis Enrique García; y la profesora de la Escuela de Medicina, Walverly Morales.
Durante la jornada, los egresados asistieron a una misa conmemorativa. Posteriormente, realizaron el rito del toque de la campana de quienes aprueban el examen profesional. Finalmente, develaron una placa conmemorativa y escucharon mensajes de los directivos universitarios.
En la placa conmemorativa quedó registrado que el rector en aquella época era Rolando Espinoza. También se dejó constancia de que el vicerrector Académico en el mismo periodo fue Mariano Ortega.
El director de la Escuela de Medicina recordó que la Universidad de Monterrey nació en 1969 como un proyecto de cinco congregaciones religiosas y un grupo de visionarios. Medicina fue una de las primeras carreras ofrecidas.
“Los primeros años fueron de enorme entusiasmo y de recursos modestos. La enseñanza se centraba en la memorización y el alumno tenía un papel más bien pasivo. La infraestructura era limitada”, relató García Macías.
“ENAMORADOS DE SU CARRERA”
Cincuenta años después de haberse graduado, Leticia Santos constató el cambio radical al encontrar un campus actual “hermoso”, donde se percibe “el amor de toda la comunidad”.
Leticia Santos perteneció a esa primera generación de Médico Cirujano y Partero. Egresó de la Universidad de Monterrey en 1975, considerando su internado, forjando una trayectoria que hoy celebra su medio siglo de vida profesional.
La exalumna rememoró que el primer año transcurrió en el Centro Universitario Franco Mexicano de Monterrey (CUM), donde estableció lazos cercanos con compañeros y compañeras.
Relató que llevaban una buena relación con el director de la carrera, una persona que describió como muy fina, y advirtió que no recuerda haber tenido ningún problema con los profesores de entonces.
“Realmente, yo estuve muy muy a gusto el primer año en el CUM. Era muy bueno, yo me acuerdo que había un secretario que estaba ahí todas las tardes con nosotros”, relató.
La egresada señaló que su generación nunca tuvo instalaciones propias. Explicó que sus clases se impartieron en tres ubicaciones temporales antes de la consolidación del campus.
“Nosotros nunca tuvimos un campus, jamás, ni soñamos con tener las instalaciones de la UDEM. Ahora es mucha emoción porque es un campus muy hermoso”, asentó.
La doctora compartió una anécdota que le ocurrió durante su visita actual al campus, sobre un vigilante que se acercó para platicarle sobre su hijo, quien es médico. Esto la emocionó, pues reflejó un cambio sociocultural importante y un logro económico.
“Yo tengo 21 años de jubilada, trabajé 28 años en el Seguro Social como médico familiar. La medicina cambia constantemente. Tienes que estar leyendo, tienes que estar yendo a congresos”, dijo en referencia a la necesidad de actualización en esta profesión.
Además de los avances tecnológicos y científicos de la época, Santos consideró que la formación humana es el elemento fundamental y esencial que debe seguir perdurando en la carrera.
“Yo creo que la formación humana es básica, que realmente se note el amor a la carrera y el amor a los pacientes, porque un médico no nada más cura físicamente, cura también el alma, entonces, hay que aprender a escuchar a los demás”, sostuvo.
Su mensaje para los nuevos estudiantes se centró en la satisfacción que produce la medicina. Los exhortó a mantener su vocación y ese enamoramiento por su profesión a lo largo de los años.
“Decirles que realmente escogieron una carrera hermosísima, porque esa es una carrera que te produce mucha satisfacción. Que realmente sigan enamorados de su carrera y que se note en cada quien ese amor”, estableció.
DE AULAS DISPERSAS A UDEM HEALTH
El decano explicó que, desde aquellos inicios, los cambios han sido profundos. Señaló que transitaron de un modelo de transmisión de conocimientos a uno enfocado en el desarrollo de competencias clínicas, científicas y humanas.
“La tecnología, la simulación clínica y la educación basada en evidencia nos han permitido formar médicos más reflexivos, seguros y empáticos”, aseguró sobre la evolución del programa académico.
El directivo de la UDEM también señaló que la Escuela de Medicina pasó de aulas dispersas a un campus de treinta y cinco hectáreas. Esto permitió consolidar laboratorios de vanguardia y un centro de simulación reconocido.
“Hoy formamos parte de un ecosistema mucho más amplio: UDEM Health, una red que integra docencia, investigación, bienestar y atención clínica”, asentó.
Este modelo ha permitido que los estudiantes aprendan junto a otros programas como nutrición y enfermería. El sistema se centró en la seguridad del paciente, la calidad y la innovación.
García Macías detalló que, en lo pedagógico, se pasó de clases expositivas a metodologías activas. Estas incluyeron el aprendizaje basado en problemas y casos clínicos.
“En lo tecnológico, hoy la simulación clínica es una herramienta cotidiana. Contamos con salas equipadas con tecnología educativa y simuladores robóticos”, afirmó el decano sobre las herramientas actuales.
El director mencionó que la calidad del programa se mantuvo con procesos de acreditación continua. Indicó que desde 1997 conservaron acreditaciones nacionales e internacionales ininterrumpidas.
“Y en lo cultural, el gran avance ha sido entender que la medicina es más que ciencia: es también humanidad. Formamos médicos capaces de escuchar y empatizar”, concluyó sobre el eje humanista de la carrera.
VALOR SIMBÓLICO DEL ANIVERSARIO
El decano destacó el profundo valor simbólico del aniversario. Señaló que no solo se trata de mirar hacia atrás con nostalgia, sino reconocer una trayectoria colectiva de servicio y vocación.
“Significa honrar a quienes iniciaron este camino cuando la universidad era apenas un sueño compartido entre aulas prestadas. Es un punto de encuentro entre quienes sembraron las raíces y quienes hoy continúan haciendo florecer la misión”, sostuvo.
El mensaje de García Macías a los egresados fue de gratitud, admiración y reencuentro. Reconoció que ellos confiaron en una universidad con más vocación que infraestructura.
“Gracias por haber llevado con orgullo el nombre de la UDEM durante cinco décadas, sirviendo en hospitales, comunidades y universidades de todo México y otros países. Es el reconocimiento a su legado”, apuntó.
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