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Impulsa creatividad estudiantil innovadoras soluciones de autosuficiencia alimentaria

19 Nov.2025
Autor: UDEM
Créditos: Archivo UDEM
  • Entregan Premio a la Innovación Social Hambre Cero Nuevo León en su sexta edición, en la cual un equipo estudiantil de la Universidad de Monterrey obtuvo el tercer lugar con una propuesta que busca facilitar la donación de alimentos y reducir el desperdicio

Un snack nutritivo, un bioestimulante agrícola a partir de microalgas y una aplicación para ubicar centros de donación fueron las propuestas que fueron reconocidas en la sexta edición del Premio a la Innovación Social Hambre Cero Nuevo León.

La entrega del galardón se realizó la tarde del viernes 14 de noviembre en la Sala Isóptica, ubicada en el edificio Estoa de la Universidad de Monterrey.

El evento contó con la presencia de Mario Páez, rector de la UDEM, y Martha Herrera González, secretaria de Igualdad e Inclusión estatal, así como de Enrique Gómez Junco, presidente de la Red de Bancos de Alimentos de México y patrono del Banco de Alimentos de Cáritas de Monterrey.

En la ceremonia de premiación, se sumaron directivos, profesores y comunidades estudiantiles de las diferentes universidades participantes.

Un equipo de la Universidad de Monterrey se adjudicó el tercer lugar por su proyecto ¿Dónde dono Nuevo León?, el cual identificó que muchos jóvenes desconocían los procesos de donación.

La propuesta busca facilitar la donación de alimentos y reducir el desperdicio, contribuyendo a que el hambre cero sea una realidad replicable en distintos estados de la República.

El equipo de la UDEM recibió una aportación económica de 40 mil pesos para que pudieran impulsar el desarrollo y la implementación de su innovadora plataforma digital.

El primer lugar fue otorgado a un equipo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) por el desarrollo de Chocotus y Titicus, un snack y una bebida de alto valor nutricional.

Los ganadores del máximo premio recibieron 100 mil pesos, un capital esencial que dedicarán a desarrollar su proyecto y a concretar su plan de implementación social.

El snack ganador consiste en una galleta a base de harina de lentejas y semillas, atacando el bajo consumo de este grupo de alimentos en la dieta nacional mexicana. La bebida contiene chocolate, garbanzo y diversas semillas, garantizando que el producto final sea totalmente nutritivo y esté accesible a la población vulnerable.

Además de generar el producto alimenticio, el equipo de la UANL buscará crear más empleos y ofrecer capacitaciones a la población para ampliar el impacto del proyecto.

El segundo lugar fue para otro equipo de la UANL por su producto Agro-Bio-Alga, un bioestimulante que promete ser una solución sostenible para el agro.

Su innovadora propuesta consistió en el reuso de aguas residuales de un proceso específico para el cultivo de una microalga y así poder obtener este bioestimulante, que es desarrollado por los estudiantes de la UANL y que mostró la capacidad de mejorar el crecimiento de los cultivos y disminuir el estrés ambiental de las plantas.

El equipo que obtuvo el segundo lugar recibió un incentivo económico de 60 mil pesos para darle continuidad a su desarrollo e investigación aplicada.

En su mensaje dentro de la ceremonia de premiación, el rector Mario Páez señaló que la iniciativa del Premio a la Innovación Social Hambre Cero Nuevo León busca la sensibilización de la comunidad universitaria ante una de las problemáticas más apremiantes del entorno: el hambre.

Páez también enfatizó que momentos como este mostraban que al poner las capacidades al servicio de la comunidad, surgen iniciativas con un verdadero impacto social.

Subrayó que la colaboración entre gobierno, sociedad civil, sector privado y universidades demostró que el trabajo conjunto siempre permitió lograr grandes resultados.

Páez felicitó a todos los participantes, asegurando que el solo hecho de participar en el premio los convierte en ganadores por su compromiso con la necesidad social.

Enfatizó que los proyectos e iniciativas de los estudiantes se consolidaron como ejemplos tangibles y de gran impacto de su solidaridad y de su profundo compromiso social.

Por su parte, Martha Herrera González expresó que el premio la emocionó mucho, ya que los jóvenes donaron su tiempo y talento al servicio de las poblaciones más vulnerables.

La funcionaria estatal recordó que en Nuevo León existen muchas personas que no sabían que había hambre, pues la causa se había dejado de lado sin innovación.

Herrera González lamentó que tres de cada diez personas que desean ayudar a la sociedad no encuentran cómo hacerlo, lo cual hacen muy relevantes las propuestas premiadas.

Aseguró que si se logra recuperar entre el 5 y 7 por ciento de todo el alimento que se desperdicia, se podría alimentar al cien por ciento de la población con hambre.

Explicó que el movimiento Hambre Cero se fundamenta en tres pilares esenciales: atender la necesidad inmediata, buscar la autosuficiencia y reducir el desperdicio de alimentos.

Enrique Gómez Junco identificó la pérdida de alimento y el daño al medio ambiente junto con el hambre como un trinomio de incongruencia que requiere medidas urgentes.

Concluyó que fue un gozo ser testigo de que los jóvenes universitarios no permanecieron pasivos ante las problemáticas sociales, asumiendo el rol que les corresponde.

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